Emoción y pasión en la música de Mozart y Shostakovich. . Por un lado, el octavo cuarteto del compositor ruso, escrito en 1960 en sólo tres días y dedicado a las víctimas de la guerra y el fascismo, nos transporta desde la violencia y ferocidad más estremecedoras hasta un silencio tranquilo y calmado. En la segunda parte, el Cuarteto K. 499 de Mozart, conocido como "Hoffmeister" en honor al primer editor de la obra. Pleno de delicadeza y sensibilidad, es una música maravillosa que nos adentrará de lleno en el estilo más maduro de Mozart. El concierto se abre con "Desolación", breve pieza en la que Enric Morera se aventuró en un lenguaje expresionista de vanguardia muy alejado de sus características sonoridades modernistas.